La ex analista de datos COVID-19, Rebekah Jones, despedida del Departamento de Salud de Florida por "insubordinación" tras informar los datos que ella consideraba correctos sobre el COVID-19 y cuya casa fue allanada por las autoridades el pasado diciembre, se entregó a las autoridades luego de anunciar vía Twitter que lo haría.
Jones, ahora en la cárcel, está siendo acusada de ingresar a un sistema de correo electrónico estatal y enviar un mensaje no autorizado a los empleados.
“Decirle adiós a mi familia es lo más duro que he hecho en mi vida”, tuiteó Jones, esposa y madre de dos niños, a sus más de 360.000 seguidores, la noche de este sábado 16 de enero.
Rebekah Jones se entregó anoche en el condado de Leon y fue reservada por un cargo de ofensas contra usuarios de computadoras, sistemas informáticos, redes informáticas y dispositivos electrónicos.
El FDLE alega que Jones accedió ilegalmente al sistema de comunicación de emergencia del estado y descargó datos confidenciales en sus dispositivos. Jones fue despedida el año pasado de su trabajo en el departamento de salud de Florida como analista de datos en un movimiento que ella afirma que estaba en represalia por negarse a manipular los números COVID-19. En una comparecencia inicial en la corte hoy, un juez accedió a liberar a Jones con una fianza de 2,500 dólares.